miércoles, 29 de julio de 2009

Perros que ladran

Esta mañana nos hemos despertado con la enésima noticia de un atentado etarra. Las bestias han colocado un coche bomba en la casa-cuartel de la Guardia Civil de Burgos, bajo el ala en el que dormían los guardias y sus familias. Muy a su pesar, no han conseguido el éxito de hace veinte años en Zaragoza. En esta ocasión no ha habido muertos, sino más de cuarenta heridos leves.

Esta misma semana, con sus cicatrices recién vendadas, muchos de los guardias civiles se reincorporarán al trabajo, ayudando a los conductores con avería, parando a quienes conducen borrachos, consolando a las mujeres víctimas de la violencia de género, rescatando inmigrantes en patera, interceptando cargamentos de coca... y persiguiendo a los asesinos. Nobles y necesarias conductas que sólo pueden ofender a los delincuentes comunes.

Hoy ha sido la ETA, mañana los narcos colombianos, pasado mañana un ex marido con una escopeta. Ellos ladran, y en demasiadas ocasiones muerden, mientras las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con la inmensa mayoría de los ciudadanos, seguimos adelante tratando de vivir en sociedad, y no en la jungla. Personalmente, siempre he sido y seré partidario de partirle los dientes al perro que trata de morder. En fin, por lo menos, ahora en el País Vasco hay un Lehendakari que se solidariza de verdad con las víctimas.

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