El otro día dejé aparcado el coche toda la mañana al sol, mientras estaba trabajando... y esto es lo que me encontré al cogerlo, a eso de las tres de la tarde.
Cuando pensaba que iba a ser imposible volver a alcanzar esa marca... una semana más tarde me volvió a pasar lo mismo, tuve que dejar el coche aparcado en un descampado a las nueve de la mañana, y lo recuperé a eso de las tres...
Es la primera vez en la vida que veo un termómetro marcando 48º. Y cuando hice la foto, todavía no habíamos llegado al mes de julio. Os aseguro que, al meterme en el coche, sentí cómo el calor me resecaba los pulmones. Impresionante.
viernes, 10 de julio de 2009
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