martes, 14 de julio de 2009

Fé de rratas (I)

Ya dijo Descartes que nuestros sentidos nos engañan. Y no sé quién añadió que el amor es ciego, aunque no manco. Pues a eso voy, a que muchas veces entendemos lo que dicen los carteles por intuición.

No me refiero a la persona, con más o menos cultura, que se ve obligada a escribir un cartel anunciando que vende un campo de olivos, que alquila una habitación o que anda buscando trabajo de encofrador. No se le puede reprochar a nadie que cometa faltas de ortografía. A nadie que no viva de eso, como un periodista... aunque en mi gremio son legión, empezando por el maestro García Márquez, que llegó a apostar en público por enterrar las "haches de guerra" que tantos quebraderos de cabeza le han tenido que dar en su larga y genial carrera de escritor.
Voy a empezar esta sección -que era una de las fijas en mi Foro Libre- con un puñado de carteles encontrados en diferentes municipios de Murcia. No comprendo cómo puede haber cartelistas que cometan faltas de ortografía: es tan inadmisible entregar un cartel con una letra de menos, como un coche al que le faltase un espejo retrovisor. Aunque a veces los que hacen el cartel se limitan a seguir las instrucciones de quien les ha contratado, que no ha puesto el interés necesario para conseguir un buen producto.
Éste es gordo, porque es un cartel oficial. Pertenece a una de las pedanías de Puerto Lumbreras, que se llama, como es obvio, El Esparragal. Con dos erres.


Éste también es grave. Pertenece al polideportivo municipal de un pueblo al que no quiero citar, porque tampoco se trata de sacarle los colores a nadie. La errata tiene el factor añadido de que lo que queda tiene sentido. Que es una de las putadas de las erratas, que a veces al quitar una letra se obtiene un resultado inesperado. Aquí nos dicen dónde podemos practicar el Atle-timo, que debe de ser una clase de gimnasia con un precio exorbitado...


Claro que también nos invitan a practicar el "padels" e ir a la zona "aquatica"... vamos, que luego dicen que mens sana in corpore sano.
Este cartel apareció a la entrada de una obra. Ya que nos obligan a obedecer toda una serie de normas, deberían predicar con el ejemplo y empezar por acatar las normas de la ortografía.

Esta otra estaba entre los fondos de una exposición cultural. Ha quedado un poco borrosa, pero dice: RUEGA AL SEÑOR POR TUS BIENECHORES. Más que una errata, es una falta de ortografía tan grande que cuesta un poco dar con ella. La verdad es que tanta hache puede dar mucha guerra...
En fin, que ahí vamos los españoles, convirtiendo nuestro idioma en algo no ya vivo, sino fluctuante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario