jueves, 1 de octubre de 2009

¿Podría haberse evitado?

Bastaron dos días de lluvia -bastante fuerte, por otro lado- para que buena parte del Sudeste español volviera a quedar bajo las aguas. Calles y casas inundadas, carreteras cortadas, puentes destruidos, campos anegados... parece que en esta parte de España sólo tenemos dos climas: los 45º que ya son habituales cada verano, y los 200 litros por metro cuadrado que se alcanzan tan pronto se amontonan varias nubes.

La pedanía de Puerto de Mazarrón, en Mazarrón, tiene algunos sectores que están edificados prácticamente ganándole terreno al mar, sobre lo que en otros tiempos fueron saladares. La zona de Bahía es uno de ellos. Cada vez que cae una lluvia medianamente fuerte, se pueden ver imágenes como éstas durante varios días...



No es el mar, son campos desaparecidos bajo las aguas en Puerto de Mazarrón

Otra de las zonas que se ve muy afectada por las aguas es Totana. Cada vez que hay tormenta, los campos aparecen inundados. Debe de ser porque es una zona muy llana, y tal vez porque se ha cortado el paso a más de una rambla. Por ejemplo, esta carretera, que comunica con la zona de El Raiguero, ha permanecido cerrada al tráfico durante una semana, y de hecho tuvo que ser vaciada de agua con ayuda de una excavadora. La causa -según los vecinos- es que la rambla de Lébor, que pasa al lado, desagua justamente aquí, entre los bancales. Se le ha cerrado el paso, y el agua SIEMPRE se abre camino...

En Cartagena tuvo que intervenir hasta el Ejército. La rambla del Albujón, en el límite entre la ciudad y Los Alcázares, empezó a subir a un ritmo de un metro por hora. En un momento dado, la rambla traza un codo. Sin duda se trata de un desvío artificial, ya que no es la primera vez que se desborda. La consecuencia inmediata fue la evacuación de una urbanización entera, cuyas casas quedaron de repente dentro de la rambla...


La zona de El Porvenir, en la pedanía lorquina de La Hoya, también se inunda por sistema cuando cae una tormenta. Es un área llana, al pie de unas colinas. Los vecinos se quejan de que muchas pequeñas ramblas desaguan directamente sobre el asfalto de la carretera...



En fin, compaginar Naturaleza y civilización siempre es un problema... mucho más en aquellas zonas, como nuestra costa mediterránea, en la que se ha querido someter a la Naturaleza a las exigencias de una urbanización demasiadas veces desmedida. Como siempre, las ventajas, en forma de millones, para los que se beneficiaron de la construcción exacerbada, y los inconvenientes, incluso la muerte, para todos los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario